Regidores de la administración de Milena Quiroga tienen la histórica misión de preservar los valiosos mantos freáticos de la capital de Baja California Sur para el uso de sus habitantes actuales y revocar todas las autorizaciones que fuera de norma se extendieron al consorcio que construye y vende terrenos en Punta Norte, un fraccionamiento de lujo cerca de San Juan de la Costa.
Como se recordará, el corrupto ex alcalde Rubén Muñoz Álvarez, presionó como nunca a los regidores para que se extendieran las autorizaciones para este megadesarrollo de viviendas que incluye una macro plaza comercial en un espacio de 203 hectáreas. Se planean erigir 4,613 viviendas, sin que se haya realizado una consulta ciudadana previa, lo que es una clara violación al Plan de Desarrollo Urbano.
A pesar de que se vive en la actualidad un déficit histórico terrible, donde únicamente sale aire de las tuberías, se sostiene que este fraccionamiento en cualquier momento de su etapa de construcción de viviendas, puede erigir una planta desaladora, lo que se pone como una opción, una vez que sequen a las colonias de La Paz.
La nueva zona residencial Misión Punta Norte con más de 4,600 lotes residenciales, va a requerir aproximadamente 100 mil millones de litros de agua, lo suficiente para llenar 40 albercas olímpicas o cubrir el consumo de los habitantes de La Paz por poco más de dos días.
En pocas palabras, conforme avancen la construcciones de viviendas en ese lugar, colonias de La Paz, sobre todo en zona centro y residenciales como Fidepaz, Guaycura, Pueblo Nuevo y Santuario, no tendrán servicio. ¡Esa es la realidad!
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